Debido a la alta calidad de sus vinos, desde 1990, la Comunidad de Madrid cuenta con la denominación de origen «Vino de Madrid». Únase a nosotros en un viaje cultural a través de la tierra controlada por el Consejo Regulador de la D.O. Y explore las principales regiones vitivinícolas de la comunidad: San Martín de Valdeiglesias (suroeste), Navalcarnero (sur), Arganda (sureste) y El Molar (norte). Comunidad de Madrid, el país del vino.
Enoturismo en la Comunidad de Madrid: una experiencia única para los sentidos
La comunidad de Madrid se ha convertido en un destino ideal para el enoturismo, con más de 8.000 hectáreas de viñedo, 51 empresas propietarias de vinos D.O. Madrid y aproximadamente 110 marcas de vino.
A menos de una hora, descubriremos una variedad de paisajes, bodegas y experiencias en torno al vino. Porque entender el vino en su raíz es sumergirse en la cultura y el estilo de vida de un territorio y sus habitantes. Madrid tiene mucho que ofrecer.
La historia de Madrid es la historia de su suelo, agricultura y viñedos, en la que la tradición y la vanguardia se combinan en la forma de producción. Los factores comunes de la calidad de su vino son: tan rica y diversa en matices, aromas y sabores.
La historia de los vinos de Madrid no se entiende sin sus pueblos, patrimonio, costumbres, tradiciones y gastronomía.
El paisaje del vino
El paisaje del vino de Madrid nos remonta a las tradiciones agrícolas pasadas, porque el paisaje actual está modelado y es el resultado del trabajo de los agricultores que se instalaron en Madrid.
Los viñedos que plantaron son la columna vertebral de su economía, fueron testigos de importantes hechos históricos y de la vida anónima de nuestros antepasados en Madrid, que han tejido la cultura y las tradiciones más profundas de nuestra región.
En la comarca de Arganda, tenemos uno de los mejores ejemplos del paisaje cultural en el enclave único de Aranjuez, cuya arquitectura rural es el resultado de la interacción entre la naturaleza y el ser humano. Regada por los ríos Tajuña y Henares, esta es una tierra llena de huertas y cultivos, que llenaron las despensas de la corte de los Reyes de España en los siglos XVIII y XIX.
También tiene un importante valor paisajístico la zona de Navalcarnero, tierra de campo y pastizales, con una característica llanura que está cortada de norte a sur por el río Guadarrama. No tiene nada que ver con la zona de San Martín de Valdeiglesias, que es más accidentada y montañosa por su cercanía al sistema central. Dehesas, montañas y pinares constituyen un paisaje de importante valor natural.
No olvidemos visitar los pueblos que han crecido con los viñedos y la riqueza económica que generan, con sus características plazas, iglesias, monumentos, lavanderías, cuevas, bodegas subterráneas … sin duda, estos pueblos son lugares ideales donde poder disfrutar de la variada gastronomía madrileña y son ideales para maridar con vinos madrileños.